La enfermedad diverticular se refiere a la presencia de divertículos, pequeñas protuberancias en la pared intestinal. Estas protuberancias suelen surgir en la última parte del colon y suelen ser inofensivas y benignas.
La diverticulitis se produce cuando estos divertículos se inflaman. Esto puede provocar síntomas como dolor abdominal, fiebre y náuseas. La inflamación puede causar complicaciones graves, como la perforación intestinal, que es una urgencia médica.
Por Han van de Braak
Consejos de nutrición para la enfermedad diverticular y la diverticulitis:
Diverticulitis: qué comer
Si se inicia un ataque de diverticulitis (inflamación), cambia a una dieta líquida durante unos días. El reposo intestinal es similar al ayuno intermitente, ayudado por una cápsula vegetal de Aloeride por la mañana y posiblemente una más por la noche.
Qué puedes comer sin peligro durante un episodio de diverticulitis:
- Agua filtrada y té de hierbas todo lo que quieras
- Caldos claros y sopas hechas puré muy fino (utiliza una batidora de mano) tanto como quieras
- Aloe vera ecológico sin látex de primera calidad, mínimo 852 mg al día
- Yogur natural entero (está en la lista de FODMAP, pero es bueno para la microbiota intestinal, así que tómalo con moderación y, preferiblemente, haz yogur doblemente fermentado)
- Zumos de frutas y verduras crudas (no batidos porque contienen pulpa), no hagas los zumos demasiado dulces (evita los zumos de cartón/botella porque suelen ser más dulces de lo que crees) y por cierto, las semillas del tomate, calabacín, pepino, fresas, frambuesas no agravan la diverticulitis; tampoco las semillas de sésamo.
- Arroz (basmati o blanco) 🍚
- Puré de patatas (pela las patatas antes)
- Clara y yema de huevo
- Gelatina (por ejemplo, haz gominolas de mezcla de colagelatina y zumo verde sin azúcar)
Cuanto más descanso des a tus intestinos, más rápidamente se curará la diverticulitis aguda. Si no te encuentras mejor al cabo de dos o tres días, consulta a tu médico.